EL TAROT Y EL AMOR ADOLESCENTE

Crecer, superar lo aprendido, los registros de nuestros vínculos, tener la oportunidad de superar las, a veces, desafortunadas relaciones  de pareja de nuestros padres, no es fácil.

En una tirada sobre una pareja adolescente se puede ver lo que le ha sucedido a estos adolescentes de dieciséis y diecisiete años. Él: con una estructura rígida herededa de su identificación con el padre, no quiere repetir el patrón paterno de engañar a su pareja con otras mujeres...pero no obstante lo hace. Ella, rígida, severa. Los dos se aman. La consulta ocurrió a raíz de que él le confiesa su infidelidad y ella, que a pesar de todo lo ha perdonado, debe decidir qué hacer.

Esta es la  actitud del adolescente:

                                                                          

                                                          

Y esto aconseja el tarot a ella:

                                                                          

O sea el tarot le aconseja, (entre otras cosas), que sea rígida con él, por otro lado que no interrupa la relación  y finalmente con este arcano:  LA TORRE, que debe intentar que él quiebre su estructura adquirida, que supere todo lo aprendido hasta ahora de su familia, y que crezca, que evolucione, que defina su propia personalidad sin condicionamientos paternos.

Tal vez demasiada tarea alguien que es tan adolescente como él y que debe hacer sus propios cambios. Y claro que esta sugerencia conlleva un gran riesgo. LA TORRE tiene una dinámica: puede evolucionar hacia LA ESTRELLA,

                                                                       

con toda la  luminosidad, su anuncio de paz, armonía  y curación, después de una tormenta que no dejó nada en pie o bien, este proceso puede retroceder....entonces LA TORRE se verá invertida en el tablero del tarot, anunciando que esta transformación no sucedió porque el consultante no tenía aún las herramientas para ello, y ésta imposibilidad le ha ocasionado una gran angustia.

Si pudiéramos le aconsejaríamos una terapia.

Pero desgraciadamente la consultante es la mujer, entonces todo lo que podemos es, sugerirle que intente guiarlo sin nunca olvidar que ella también está intentando crecer.

María

horaveintiesies@gmail.com